Aprendamos de los errores, no puede volver a pasar nunca más.
10 lecciones aprendidas de 10 aragoneses y aragonesas de distintos ámbitos.
Tras cumplirse el plazo de la última opción de compra sobre los terrenos sobre los que se iba a ubicar Gran Scala, hoy, a pesar de los intentos de ILD por alargar la agonía, ya podemos decir que el proyecto está acabado. Desde Ecodes, creemos que es momento de echar la vista atrás para sacar conclusiones que nos permitan aprender de los errores para evitarlos en el futuro y que algo así no vuelva a suceder.
Muchas son las conclusiones que se podrían sacar de este asunto. En Ecodes hemos pedido a diez personas, de distintos ámbitos sociales, políticos y empresariales, que nos señalaran lo que consideran que es el aprendizaje fundamental, para contribuir al debate social que debe generarse al respecto y que nos tiene que permitir aprender de los errores para evitar repetirlos.
Por nuestra parte, queremos centrar la atención en lo que este asunto nos puede enseñar desde el punto de vista de las políticas públicas:
El “affaire Gran Scala” es un buen ejemplo de lo que puede pasar cuando no se tiene un proyecto coherente para un territorio y se está dispuesto a apoyar cualquier propuesta que genere una percepción (real o no) de creación de puestos de trabajo.
Aragón tiene que tener una estrategia económica clara basada en nuestra fortalezas diferenciales. Lo que no es de recibo es intentar agarrarse a ”trenes” que interesan mucho a otros pero que no encajan con ningún modelo endógeno de desarrollo, se llamen Rubiatron o Gran Scala. Como decían los clásicos: “ no hay viento favorable para el que no sabe dónde va.” La crisis actual muestra con claridad que cuando uno camina- o corre- en una dirección equivocada, antes pronto que tarde acaba pagando las consecuencias. Una buena parte del dolor actual tiene que ver con la locura de caminar en una dirección equivocada: la economía de la especulación inmobiliaria. No da igual en qué y cómo se generan empleos. Ahora estamos viendo que junto a la economía real convive una economía tóxica que tiene muy graves contraindicaciones.
Cuando no existe un análisis sobre las repercusiones económicas y sociales de los proyectos, cuando no se plantea el más mínimo estudio serio de viabilidad y cuando uno no se asegura con quién se alía, entonces, todo vale… y todo puede pasar.
Gran Scala también es un buen ejemplo de un proceder totalmente erróneo: se concede todo tipo de facilidades, algunas obscenas, como la de legislar a la carta, a “inversores golondrina” de muy dudosa reputación, que llegan desde lejos al calor de las ayudas públicas y se regatean los apoyos a iniciativas empresariales locales de probada solvencia profesional y humana. No es justo, no es inteligente.
Aprendamos, por tanto, de los errores, de las quimeras, del “todo vale” sin mayor análisis y de los fuegos de artificio. En los momentos que vivimos, es hora de apostar por la economía real al servicio de las personas y huir de esa expresión tan acertada de la “economía de casino” que nos ha metido en la crisis que ahora sufrimos.
A continuación, las “lecciones aprendidas” por parte de otras personas significativas de la sociedad aragonesa: Seguir leyendo ‘SE ACABÓ GRAN SCALA’